lunes, 13 de junio de 2011

TEJIDO OSEO (I)

El tejido óseo es una variedad de tejido conjuntivo que se caracteriza por su rigidez y su gran resistencia tanto a la tracción como a la compresión

Está formado por la matriz ósea, que es un material intercelular calcificado y por células, que pueden corresponder a:

  • osteoblastos: encargados de sintetizar y secretar la parte orgánica de la matriz ósea durante su formación (Fig.2). Se ubican siempre en la superficie del tejido óseo ya que este sólo puede crecer por aposición)
  • osteocitos, responsables de la mantención de la mátriz ósea (Fig. 3), que se ubican en cavidades o lagunas rodeadas por el material intercelular calcificado. La nutrición de los osteocitos depende de canalículos que penetran la matriz ósea y conectan a los osteocitos vecinos entre sí y con canales vasculares que penetran al hueso (Fig. 4) o que se ubican en las membranas conjuntivas que revisten la superficies del hueso (periostio y endostio) (Fig. 5). De hecho ningun osteocito se encuentra a más de una fracción de mm de un capilar sanguíneo.
  • osteoclastos, células responsables de la reabsorción del tejido óseo, que participan en los procesos de remodelación de los huesos y pueden encontrarse en depresiones superficiales de la matriz ósea llamadas lagunas de Howship (Fig. 5)

viernes, 3 de junio de 2011

TEJIDO CONJUNTIVO: TIPOS DE TEJIDOS ESPECIALIZADOS(II) EL TEJJIDO ADIPOSO

El tejido adiposo es un tipo especial de tejido conjuntivo, en que se observa gran predominio de células adiposas, que se caracterizan por almacenar grasa neutras. Estas células pueden hallarse aisladas o en pequeños grupos en el tejido conjuntivo común pero la mayoría de ellas se agrupan en el tejido adiposo distribuido por el cuerpo.
Como los mamíferos consumen energía de modo continuo, pero se alimentan intermitentemente, se comprende la importancia de un reservorio de energía representado por el tejido adiposo. Además de esta función el tejido adiposo tiene otras; por localizarse debajo de la piel modela la superficie corporal. Forma también almohadillas amortiguadoras como en la planta de los pies y palma de las manos. Como la grasa son malas conductoras de calor, este tejido contribuye al aislamiento térmico del individuo. Además llena espacios entre los tejidos y ayuda a mantener a ciertos órganos en su posición normal. En animales que hibernan hay una variedad particular de tejido adiposo que suministra el calor necesario para que el animal pueda volver a la actividad, después del período de hibernación.
Hay dos variedades de tejido adiposo identificado por la estructura de sus células y por su localización, color, inervación, vascularización y funciones. Una variedad es el tejido adiposo común, amarillo o unilocular, cuyas células, cuando están completamente desarrolladas, contienen sólo una gota de grasa en el citoplasma. La otra variedad es el tejido adiposos pardo, formado por células que contienen numerosas gotitas de lípidos, siendo conocido también como tejido adiposo multilocular.
  • Tejido adiposo unilocular
El color del tejido unilocular varía entre el blanco y el amarillo oscuro, dependiendo en parte de la dieta. Esta coloración se debe principalmente al acúmulo de carotenoide disueltos en grasas.
Se distribuye por todo el cuerpo y su acumulación en ciertas regiones del cuerpo depende del sexo y la edad de individuo. Este tejido forma el panículo adiposo, capa dispuesta debajo de la piel que es de espesor uniforme en todo el cuerpo del recién nacido.
Las células adiposas uniloculares son muy grandes midiendo en general más de unas 100 um. Cuando están aisladas estas células son esféricas y adoptan la forma poliédrica en el tejido adiposo a causa de la comprensión recíproca. En los cortes histológicos cada célula muestra sólo una delgada capa de citoplasma, como si fuese un anillo en torno de la vacuola dejada por la gota lipidíca disuelta.
Cada célula adiposa está envuelta por una capa de glucoproteína (glucocálix) y su membrana plasmática muestra numerosas vesículas de pinocitosis.
El tejido unilocular esta dividido en lóbulos incompletos separados por septos de conjuntivo que contienen vasos y nervios. De estos septos parten finas fibras reticulares que envuelven las células adiposas.
El tejido adiposo no aparece estar muy vascularizado, pero en realidad lo está si se considera la pequeña cantidad de citoplasma funcional. De esta manera, la relación de volumen capilar sanguíneo/volumen de citoplasma es más elevada en el tejido adiposo que en el músculo estriado.
La mayoría de los autores admiten que la células adiposas se originan a partir de lipoblastos, células parecidas a los fibroblastos, pero diferenciadas por acumular grasa en su citoplasma. Las células adiposas no se dividen y las nuevas que surgen en el individuo se originan de las células mesenquimatosas indiferenciadas del tejido conjuntivo.
  • Tejido adiposo multilocular
Llamado también adiposo pardo, debido a su color característico. Este color se debe a la elevada cantidad de citocromos, esos orgánulos tienen color rojizo. Al contrario del tejido unilocular que se distribuyen por todo el cuerpo, el tejido pardo es de distribución más limitada, localizándose en zonas determinadas. Se presenta particularmente abundante en los animales que hibernan y, debido a esto, recibe el nombre poco apropiado de glándula hibernante.
Las células del tejido adiposo multilocular son de menor tamaño que las del tejido adiposo común y tienen forma poligonal. El citoplasma está cegado de gotitas lipidícas de varios tamaños y presenta mitocondrias esféricas cuyas crestas son particularmente largas, pudiendo ocupar todo el espesor de la mitocondria. El retículo endoplasmático en las formas lisas y rugosa está poco desarrollado.
En el tejido adiposo pardo las células adoptan un aspecto epiteloide, formando masas compactas en asociación con capilares sanguíneos, recordando las glándulas endocrinas. Septos de tejido conjuntivo dividen el tejido multilocular en lóbulos, mejor defendidos que el tejido adiposo unilocular.
Esta especializado en la producción de calor y tiene papel importante en la fisiología de animales que hibernan. En la especie humana este tejido sólo es significativa en recién nacidos, en el que ejerce una función auxiliar de termorregulación.
Su formación es diferente a la observada en el tejido unilocular. Las células mesenquimatosas que van a formar en tejido pardo se vuelven epiteloides, tomando el aspecto de glándula endocrina cordonal antes de acumular grasa.
Aparentemente no se visualiza neoformación de tejido adiposo pardo después del nacimiento ni tampoco transformación de un tipo adiposo en otro.

TEJIDO CONJUNTIVO: TIPOS DE TEJIDOS ESPECIALIZADOS(I)

  • Tejido elástico
Este tejido está formado por fibras elásticas gruesas paralelas y organizadas en haces separados por tejido conjuntivo laxo. Entre las fibras elásticas se observan fibroblastos aplanados, como se encuentran en los tendones. La riqueza en fibras elásticas confiere al tejido un color amarillo típico y de gran elasticidad. El tejido elástico es poco frecuente, encontrándose por ejemplo, en los ligamentos amarillos de la columna vertebral y el ligamento suspensor del pene.
  • Tejido reticular
Está constituido por fibras reticulares en íntima asociación con fibras reticulares. Se haya en órganos formadores de células de la sangre (órganos hemocitopoyéticos) constituyendo el armazón que soporta las células libres existentes allí y que dan origen a las células de la sangre.
Las células reticulares primitivas poseen largas prolongaciones que se unen a las células vecinas. Sus núcleos son grandes, con cromatina fina y uno o más nucléolos bien visibles. La membrana nuclear es fácilmente visible por presentar grumos de cromatina adheridos a la superficie interna.
  • Tejido mucoso
En este tejido hay predominio de sustancia fundamental amorfa. Es de consistencia gelatinosa, contiene fibras colágena y raras elásticas o reticulares. Las células son principalmente fibroblastos. El tejido mucoso es el principal componente del cordón umbilical, donde recibe el nombre de gelatina de Wharton; se encuentra también en la pulpa dental joven.

TEJIDO CONJUNTIVO: TIPOS DE TEJIDOS PROPIAMENTE DICHOS

El tejido conjuntivo propiamente dicho es aquel en que no hay predominio acentuado de ninguno de los elementos constituyentes o, si lo hay, es de fibras colágenas. En el primer caso, se dice que el tejido es laxo y en el segundo, debido al predominio de las fibras colágenas, el tejido se llama denso.
TEJIDO LAXO:
Se llama también areolar, y es tal vez el tejido conjuntivo más común. Rellena los espacios entre las fibras y haces musculares, sirve de apoyo para los epitelios y forma una capa alrededor de los vasos sanguíneos y linfáticos. Apoyando y nutriendo las células epiteliales, el tejido conjuntivo laxo se encuentra en la piel, en las mucosas y en las glándulas.
El tejido conjuntivo laxo contiene todos los elementos del conjuntivo propiamente dicho. No hay predominio absoluto de ninguno de los componentes. Las células más comunes son los fibroblastos y los macrófagos, aun cuando los otros tipos descritos están presentes las fibras colágenas, elásticas y reticulares también están presentes.
El tejido conjuntivo laxo es de consistencia delicada, flexible y poco resistente a las tracciones.
TEJIDO DENSO:
Esta variedad está formada por los mismo elementos estructurales hallados en el tejido conjuntivo laxo, con predominancia acentuada de las fibras colágenas. En los cortes se observa que las células son menos numerosas que en el conjuntivo laxo y que entre ellas sobresalen los fibroblastos. Se trata de un tejido menos flexible que el laxo y mucho más resistente a las tracciones. Cuando las fibras colágenas se disponen en haces sin orientación tenemos el tejido denso no modelado (irregular). En este tejido los haces forman una trama tridimensional, lo que da al tejido cierta resistencia a las tracciones ejercidas en cualquier dirección. el tejido conjuntivo denso no modelado se encuentra por ejemplo en la dermis profunda de la piel.
El tejido conjuntivo denso modelado presenta los haces colágenos orientados según una organización fija. Se trata de un conjuntivo que formó sus fibras colágenas como respuesta a tracciones ejercidas en determinado sentido. Las fibras se orientan de modo que ofrezcan el máximo de resistencia a las fuerzas que normalmente actúan sobre el tejido. Los tendones presentan el más típico ejemplo de tejido denso modelado.
Los tendones son estructuras cilíndricas alargadas que unen los músculos esqueléticos a los huesos. Debido a su riqueza en fibras colágenas, son blancos inextensibles. Están formados por haces paralelos de fibras colágenas, entre los cuales existe poca cantidad de sustancia fundamental amorfa y de fibroblastos con ciertas características propias. Estos fibroblastos tienen núcleos alargados paralelos a las fibras y citoplasma delgado que tiende a envolver los haces de fibras de colágena.
Los haces de fibras colágenas del tendón (haces primarios) forman conjuntos (haces secundarios) envueltos por el tejido conjuntivo laxo que contiene vasos sanguíneos y nervios. Finalmente, el tendón esta envuelto externamente por una vaina de tejido conjuntivo denso. en algunos tendones esta vaina está dividida en dos capas: una sujeta al tendón y otra unida a las estructuras vecinas. Se forma así una cavidad revestida de células aplanadas y de origen mesenquimatoso, en la que hay líquido semejante al sinovial de las articulaciones, que contienen agua, glucosaminoglicanos, proteínas e iones y que facilita el deslizamiento del tendón.

TEJIDO CONJUNTIVO: CONCEPTOS BÁSICOS

El formado por células de diversos aspectos, generalmente aisladas, y por materia homogénea, recorrida por numerosas fibras, especialmente de colágeno.
Hay dos tipos de tejidos conjuntivos promiamente dichos:
  • DENSOS
  • LAXOS
Tambien hay varios tipos de tejidos conjuntivos especializados:
  • ADIPOSO
  • ELÁSTICO
  • RETICULAR
  • HEMOCITOPOYÉDICO
  • MUCOSO

CURIOSIDADES DE LA SANGRE: ¿SABÍAS QUE?

  • ¿Sabías que el animal que tiene mas litros de sangre en el cuerpo es la ballena azul? Tiene mas de 15000 litros de sangre, mas o menos lo mismo que unas 3000 personas.
  • ¿Sabias que Un glóbulo rojo tiene una vida de unos 120 días?
  • ¿sabías queLa sangre de los cangrejos es azul porque contiene cobre en lugar de hierro?
  • ¿Sabias que en Japón se cree que el tipo de sangre determina la personalidad. Así, para los japoneses?:
    • Tipo A: EL GRANJERO, es una persona equilibrada, seria y digna de confianza.
    • Tipo B: EL CAZADOR, es una persona curiosa, brillante, impredecible e independiente.
    • Tipo AB: EL HUMANISTA, es una persona impredecible, distante, cuidadosa, y considerada sensible.
    • Tipo O: EL GUERRERO, es una persona extrovertida, expresiva, idealista, cuidadosa y generosa.
  • ¿Sabías que estadísticamente, una de cada cuatro personas necesitará una transfusión en algún momento de su vida?

jueves, 2 de junio de 2011

ENFERMEDADES DE LA SANGRE: LA ANEMIA (III)

Signos y síntomas de la anemia

Si su hijo tiene anemia, sus primeros síntomas pueden ser una leve palidez de la piel y una disminución del color rosado de labios y uñas. No obstante, puesto que estos cambios pueden ocurrir gradualmente, pueden ser difíciles de detectar. Otros síntomas habituales de la anemia incluyen los siguientes:
  • irritabilidad
  • fatiga
  • mareo, sensación de vacío en la cabeza y taquicardia (aceleración de la frecuencia cardiaca)
Si la anemia está provocada por una destrucción excesiva de glóbulos rojos, los síntomas también pueden incluir ictericia (tonalidad amarillenta del blanco de los ojos), bazo agrandado y orina más oscura de lo normal.
En los lactantes y preescolares, la anemia ferropénica puede provocar retrasos del desarrollo y alteraciones del comportamiento, tales como disminución de la actividad motora y problemas en la interacción social y en la tareas que requieren atención. Las investigaciones indican que los problemas evolutivos pueden persistir durante y después de la etapa escolar si la anemia ferropénica no se trata adecuadamente.

Tratamiento de la anemia

El tratamiento de la anemia depende de su causa. Es importante no asumir que cualquier síntoma que tenga su hijo obedece a una deficiencia de hierro. Asegúrese de que a su hijo lo evalúe un pediatra.
Si su hijo padece anemia ferropénica, es posible que el pediatra le recete medicamentos en forma de gotas (para lactantes), en forma líquida o en comprimidos (para niños mayores), que generalmente se deben tomar durante un período de unos tres meses para restablecer las reservas de hierro del organismo. Es posible que el pediatra también recomiende añadir ciertos alimentos ricos en hierro a la dieta del niño, así como reducir el consumo de leche.
Si su hija adolescente es anémica y tiene periodos menstruales copiosos o irregulares, es posible que su pediatra le recete un tratamiento hormonal para ayudarla a regular el sangrado menstrual.
Los suplementos de ácido fólico y de vitamina B12 se pueden recetar en el caso de que la anemia obedezca a deficiencias de estos nutrientes, aunque esto es sumamente infrecuente en la población infantil.
Las anemias provocadas por infecciones generalmente mejoran cuando la infección remite o recibe un tratamiento adecuado. Si cierto medicamento parece ser la causa, el pediatra de su hijo es posible que interrumpa la medicación o la sustituya por otro medicamento alternativo, a menos que los efectos beneficiosos de la medicación superen claramente sus efectos secundarios.
Dependiendo de la causa, el tratamiento de las formas más graves o crónicas de anemia puede incluir:
  • transfusiones de glóbulos rojos normales procedentes de un donante
  • extirpación del bazo o un tratamiento farmacológico para evitar que las células sanguíneas sean eliminadas de la circulación o destruidas demasiado deprisa
  • medicamentos para combatir las infecciones o para estimular a la medula ósea a fabricar más células sanguíneas
El transplante de medula ósea puede utilizarse en algunos casos de anemia falciforme, talasemia y anemia aplástica. En este procedimiento, las células de médula ósea extraídas de un donante se inyectan en la vena del niño; estas células recorren el torrente sanguíneo hasta llegar a la médula ósea del receptor, donde comenzarán a producir nuevas células sanguíneas.

(Las anteriores entradas, las he puesto de diferentes paginas de internet, pero las ultimas tres entradas, que trataban sobre la anemia, las he sacado de la misma pagina:
http://kidshealth.org/parent/en_espanol/medicos/anemia_esp_1.html)

ENFERMEDADES DE LA SANGRE: LA ANEMIA (II)

Anemia provocada por pérdida de sangre

La pérdida de sangre también puede provocar anemia, sea por una hemorragia excesiva ocasionada por una herida o una intervención quirúrgica o por un problema en la capacidad del organismo para coagular la sangre. Una pérdida de sangre más lenta y prolongada, como las hemorragias intestinales provocadas por la enfermedad inflamatoria intestinal, también puede provocar anemia. La anemia también puede estar ocasionada por menstruaciones muy copiosas en chicas y mujeres. Cualquiera de estos factores incrementará los requerimientos de hierro del organismo, ya que este mineral es necesario para producir nuevos hematíes.

Anemia provocada por una inadecuada producción de glóbulos rojos

La anemia aplástica o aplásica ocurre cuando la medula ósea no puede producir una cantidad suficiente de glóbulos rojos. Esto puede obedecer a una infección vírica, a estar expuesto a ciertas sustancias químicas de carácter tóxico, a la radiación o a determinados medicamentos (como los antibióticos, los anticonvulsivos o los tratamientos contra el cáncer). Algunos cánceres propios de la infancia también pueden provocar la anemia aplástica, así como ciertas enfermedades crónicas que afectan a la capacidad de la medula ósea para fabricar hematíes.
Las concentraciones altas de hemoglobina y glóbulos rojos en la sangre fetal ayudan a transportar suficiente oxígeno en un cuerpo en proceso de formación y un ambiente uterino con una cantidad de oxígeno relativamente baja. Una vez que nace el bebé, tiene más oxígeno a su disposición y la concentración de hemoglobina normalmente desciende considerablemente alrededor de los dos meses de vida, un trastorno conocido como anemia fisiológica del lactante. Este descenso temporal y esperado de la cantidad de hematíes se considera normal y no requiere tratamiento alguno porque el cuerpo del bebé enseguida empieza a fabricar glóbulos rojos por su cuenta.
La anemia también ocurre cuando el cuerpo no es capaz de producir suficientes glóbulos rojos sanos debido a una deficiencia de hierro. El hierro es esencial para producir hemoglobina. La ingesta de una cantidad insuficiente de hierro en la dieta (o la excesiva pérdida de hierro por parte del cuerpo) puede provocar una anemia ferropénica (o por deficiencia de hierro), la causa más frecuente de anemia en la población infantil. La anemia ferropénica puede afectar a niños de cualquier edad, pero es más frecuente en niños menores de dos años. Los niños pequeños que beben cantidades excesivas de leche están más expuestos a este tipo de anemia.
Las niñas que están atravesando la pubertad tienen un riesgo particularmente elevado de sufrir anemia ferropénica debido al comienzo de la menstruación; la pérdida mensual de sangre incrementa la cantidad de hierro que necesitan incorporar a través de la dieta.

ENFERMEDADES DE LA SANGRE: LA ANEMIA (I)

La anemia, uno de los trastornos sanguíneos más frecuentes, ocurre cuando la concentración de glóbulos rojos o hematíes es demasiado baja. Esto puede generar problemas de salud porque los glóbulos rojos contienen hemoglobina, que transporta oxígeno a los tejidos corporales. La anemia puede ocasionar diversas complicaciones, incluyendo la fatiga y el agotamiento por el sobreesfuerzo de muchos órganos corporales.
La anemia puede estar provocada por muchos factores, pero los tres principales mecanismos corporales que la producen son:
  1. destrucción excesiva de glóbulos rojos
  2. pérdida de sangre
  3. producción inadecuada de glóbulos rojos
Entre muchas otras causas, la anemia puede ser el resultado de trastornos hereditarios, problemas nutricionales (como la deficiencia de hierro o de vitaminas), infecciones, algunos tipos de cáncer o la exposición a fármacos o toxinas.

Anemia provocada por destrucción de glóbulos rojos

La anemia hemolítica ocurre cuando los glóbulos rojos se destruyen prematuramente (la vida media normal de los hematíes es de 120 días pero en la anemia hemolítica es mucho menor). La medula ósea (el tejido blando y esponjoso del interior de los huesos que fabrica nuevas células sanguíneas) sencillamente no puede compensar la demanda de nuevas células por parte del organismo. Esto puede ocurrir por diversos motivos. A veces, las infecciones o ciertos medicamentos -como los antibióticos o los anticonvulsivos- son los culpables.
En la anemia hemolítica autoinmunitaria, el sistema inmunológico confunde a los glóbulos rojos con células invasoras y empieza a destruirlos. Otros niños heredan alteraciones en los hematíes que evolucionan hacia una anemia. Las tipos más frecuentes de anemia hemolítica heredada incluyen la anemia falciforme, la talasemia, la deficiencia de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa (G6PD) y la esferocitosis hereditaria.
  • La anemia falciforme o perniciosa es un tipo grave de anemia que ocurre con mayor frecuencia en personas de origen africano, aunque puede afectar a personas de ascendencia caucásica o procedente de Arabia Saudita, la India o el área mediterránea. En esta afección la hemoglobina forma largas varas al repartir el oxígeno y los glóbulos rojos se deforman hasta adquirir forma de hoz. Esto conlleva una destrucción prematura de los glóbulos rojos, una concentración crónicamente baja de hemoglobina y episodios recurrentes de dolor, así como problemas que pueden afectar prácticamente a cualquier órgano del cuerpo. Aproximadamente uno de cada 625 niños americanos de origen africano nace con este tipo de anemia.
  • La talasemia, que afecta prioritariamente a personas de origen mediterráneo, africano o del sudeste asiático, se caracteriza por unos glóbulos rojos anómalos y de escasa vida media. La talasemia mayor, también conocida como anemia de Cooley, es un tipo grave de anemia en que los hematíes se destruyen rápidamente y el hierro se deposita en la piel y en los órganos vitales. La talasemia menor se asocia solo a una leve anemia y a mínimos cambios en los hematíes.
  • La deficiencia de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa (G6PD) afecta mayoritariamente a hombres de ascendencia africana, aunque también se ha diagnosticado en muchos otros grupos raciales. En este trastorno, los glóbulos rojos o bien no producen suficiente cantidad de la enzima G6PD o la enzima que producen es anómala y no funciona adecuadamente. Cuando una persona que nace con esta deficiencia tiene una infección, toma ciertos medicamentos o se expone a sustancias específicas, sus hematíes experimentan un estrés adicional o sobreesfuerzo. Sin una cantidad adecuada de G6PD para protegerlos, muchos de esos glóbulos rojos se destruyen de forma prematura.
  • La esferocitosis hereditaria es un trastorno de origen genético que afecta a la membrana de los glóbulos rojos y puede cursar con anemia, ictericia (piel de tonalidad amarillenta) y agrandamiento del bazo. Los glóbulos rojos tienen una superficie menor que los glóbulos rojos normales, lo que hace que se abran y rompan con mayor facilidad. Los antecedentes familiares incrementan el riesgo de padecer este trastorno, que es más frecuente en personas originarias del norte de Europa, aunque se puede dar en cualquier raza.

ENFERMEDADES DE LA SANGRE: LA HEMOFILIA

La hemofilia es el resultado de una anomalía o desorden de la sangre. La sangre la componen por lo menos 14 factores de la coagulación y cuando uno de estos factores coagulantes no desempeña su trabajo, los demás no pueden trabajar conjuntamente para formar un coágulo y cohibir el sangrado.
Eso es lo que sucede con la hemofilia, que uno de los factores de coagulación no trabajan con el equipo o trabaja en muy pequeña cantidad. En la hemofilia "A" lo que falla es el factor VIII c: coagulante (85% de los casos) y en la hemofilia "B", lo que falla es el factor IX c: coagulante (15% de los casos).
Un hemofílico que padezca hemofilia A o hemofilia B, no sangra con mayor rapidez que las demás personas, sino que sangra más tiempo del habitual, y como su proceso de coagulación no es el normal, precisa administrarse el factor carente o deficitario de la coagulación con el fin de alcanzar unos niveles óptimos que le permitan una buena coagulación y pare el sangrado.
La hemofilia se manifiesta en forma de hemorragias, que pueden ser espontáneas o producidas por algún golpe o trauma. Las hemorragias internas que pueden empezar de forma espontánea sin causa aparente, si tardan en controlarse pueden dañar las articulaciones y los músculos. Este tipo de hemorragia puede ser incluso más grave que las hemorragias que afloran al exterior.

Incidencia:

En la mayoría de los casos, hay antecedentes hereditarios conocidos en la familia, y los varones heredan la hemofilia de sus madres, aunque ellas generalmente ni la padecen ni saben en muchos casos que son portadoras. Las personas con hemofilia transmiten la enfermedad a sus hijas exclusivamente, las cuales no la padecen, pero al ser portadoras la pueden transmitir al 50% de sus descendientes.
La incidencia de esta enfermedad es aproximadamente de forma hereditaria en un 60%, por mutación de tipo genético y sin antecedentes en las familias de un 40%. En la actualidad, la incidencia de personas nacidas con hemofilia es uno de cada 15.000 nacidos.

Tratamiento:

La hemofilia se trataba originalmente con transfusiones de sangre completa. En los últimos 30 años se han desarrollado métodos para extraer y utilizar solamente los factores deficientes de la coagulación de los concentrados de plasma. Los recientes avances tecnológicos en ingeniería genética han introducido concentrados producidos por tecnologías combinadas, los cuales no son derivados del plasma. En esta dirección están centrando las actuales investigaciones. Se tiene la esperanza de poder introducir el gen carente en los niños que han sido diagnosticados con hemofilia y de esta forma eliminar la necesidad de un tratamiento de por vida.

ENFERMEDADES DE LA SANGRE: LEUCEMIA

La leucemia es una enfermedad de la sangre que consiste en la proliferación desordenada de las células progenitoras de los glóbulos blancos o leucocitos y que aparece, principalmente, en las 4 primeras décadas de la vida y, especialmente, en la edad infantil.
En los países occidentales aparecen anualmente entre 60 y 100 nuevos casos de leucemia por millón de habitantes.
En la actualidad, los porcentajes de curación son del 80% en niños. En adultos, en los casos de alto riesgo, se consiguen hasta un 25% de curaciones.
En los años 60 fueron descubiertos muchos de los fármacos activos frente a la leucemia lo que ha dado lugar a la actual quimioterapia, pero fue en la década de los setenta cuando se introduce una variante en los tratamientos: el trasplante de médula ósea.
Actualmente, la técnica de trasplante de médula ósea es uno de los mejores tratamientos para los pacientes de leucemia, con aplicaciones crecientes para otras condiciones clínicas.
Hay varios tipos de trasplantes: el transplante autólogo se realiza con médula ósea obtenida del paciente durante un periodo de remisión y seguidamente infundida. El transplante de médula de donante a receptor se llama trasplante alogénico y el paciente recibe médula ósea de un familiar o de otro donante compatible no emparentado.
Las estadísticas muestran que únicamente el 25% de la población tiene un familiar compatible como posible donante de médula ósea. Por este motivo, es necesario crear registros de donantes voluntarios para realizar trasplantes de donantes no emparentados pero compatibles, y así aumentar el número de pacientes con posibilidad de curación.